- Esta tarde en los oficios se habrá hecho el lavatorio de los pies. Jesús sirve a los apóstoles y no tiene inconveniente en lavar los pies a los demás. Pedro se niega inicialmente, pero Jesús insiste y termina permitiéndoselo. Tú, déjate también lavar los pies por Jesús. Piensa: ¿en qué situaciones me niego a que Jesús me lave los pies? Y, aprende a servir a los demás o ¿te piensas que solo tú te ensucias por el camino?
- Hoy es el día del amor fraterno (la Eucaristía es el Amor de Cristo hecho Pan del Cielo). Si no amas, no eres nadie. Si amas algo, algo eres. Si amas con el amor de Cristo, entonces, solo entonces, eres Cristo mismo. Y entonces, podrás amar a los demás como Él nos ama. Cuando amas a los demás, especialmente a tu esposa/o y a tus hijos, estás siendo vehículo para que Cristo les ame a ellos a través de ti: es un amor sagrado. Esa es tu responsabilidad.
- Cuando Cristo se retira a orar al Huerto de los olivos, la angustia le atenaza hasta sudar sangre (para que veas la debilidad de Cristo hombre). Un ángel baja a consolarle. Esto que te escribo a continuación te dará para orar toda la noche: piensa, ¿qué palabras angélicas le diría el Ángel a Jesús al oído para consolarle de todo lo que iba a sufrir en la Pasión hasta su muerte en la Cruz del día siguiente?
Vero.
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