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sábado, 4 de febrero de 2017

Jesús es presentado en el Templo de Jerusalén

PresentacionJesusTemploSegún la tradición de Israel, un judío, a los pocos días de nacer había de ser presentado en el Templo de Jerusalén para ser ofrecido a Dios y purificar a la madre.
Un anciano,  Simeón, había recibido una iluminación especial del Espíritu Santo revelándole que, antes de morir, sus ojos verían al Mesías de Israel. Actualmente la piedad de la Iglesia refiere este suceso en el cuarto misterio de gozo del rosario.
Y en aquel Templo, cuando María y José fueron a presentar a Jesús,  Simeón lo vio.

¿Qué pena si Jesús pasara junto a nosotros y, después de toda una vida esperándole, no le reconociéramos o nos pillara distraídos? ¿Qué asunto puede ser más importante?

Y Jesús pasa a caballo de aquel suceso, de este gozo, de eso que has visto, de ese pensamiento oculto, de lo que te sugiere la conciencia, de lo que oíste incluso sin querer, a través de esa amistad, de aquel libro, de ese sentimiento,  de aquel afecto y de una corazonada... y está en ese dolor, en esa ansiedad, en tus hijos y en tu cónyuge, en aquella necesidad, en la vigilia y en tus sueños, en tu cruz, en el cielo de tu corazón y en el de aquellos que amas, donde te espera.

Y, ahora, ¿le reconoces?
No le hagas esperar y acógelo en tu cuerpo, que es templo del Espíritu Santo, porque por tu bautismo tú eres sagrado para Dios.

Vero.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Natividad de María

Hoy es la fiesta de la Natividad de la Virgen María, su cumpleaños.

La que, por privilegio divino, había sido concebida sin pecado había de nacer en una familia de la que aprendería a cuidar a los de su casa. Y lo aprendió bien porque: ¡cómo cuidaría después de Jesús y de José!

Todas las acciones de su vida estuvieron tejidas de generosidad y de gracia. La gracia la puso Dios, pero sobre el cañamazo de su extraordinaria generosidad. Por eso el anuncio del Ángel le produjo extrañeza y turbación, pero no rechazo.

Cuando, cada día, reces el Ángelus no ya para recordar, sino para revivir, la escena de la Encarnación del Hijo de Dios acuérdate de que debemos, en palabras del Papa Francisco:  "Revivir el sí de María, que cambió el mundo y nos trajo a Jesús".

Porque decir sí a Dios es siempre fecundo.

Vero.

viernes, 25 de julio de 2014

Santiago, hijo del trueno

La antífona de entrada de la misa propia de la solemnidad de Santiago dice lo siguiente:
"Pasando Jesús junto al lago de Galilea vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban repasando las redes, y los llamó, y les dio el sobrenombre de Boanerges, que significa Los Truenos".
Santiago es el primer apóstol en entregar su vida a Dios mediante el martirio, en el año 42. El relato de su llamada es muy curioso pero sigue el patrón de las llamadas divinas. Jesús le encuentra en medio de su trabajo (pescador, remendando redes) y de su familia (al lado de su hermano Juan, que también es llamado).
Una vez que se ha producido ese primer contacto visual, Jesús le llama. Pero la llamada de Jesús es poderosa: tanto, que transforma su nombre, como haciéndole indicar que ahora tendrá una nueva misión. Ahora seguirán siendo pescadores, pero de hombres. La misión recibida es acogida respetando su carácter: son los Truenos, los hijos del Trueno.

Tú, si estás bautizado, ya has tenido ese encuentro inicial con Jesús y ahora te invito a que te preguntes:
¿Sientes la llamada del Señor? ¿En medio de qué, de dónde y con quién has recibido la llamada? ¿Jesús te ha llamado para hacer qué?

La mayor cobardía de tu vida sería evadir estas preguntas que estructuran tu vida como si se tratara de tu columna vertebral. Y si no eres generoso contestándolas probablemente evitarás el martirio -que no la muerte- pero en vez de ser hijo del Trueno, encarnarás la tristeza del aquel joven rico que escondió su generosidad a la mirada divina.

Tú eliges.

Vero.

miércoles, 16 de julio de 2014

En medio de la tormenta

La generosidad de las personas, sobre todo cuando está alimentada por la caridad de Dios, tiene límite pero no frontera. Una afirmación tan rotunda exige una explicación en forma de anécdota real:
Conozco a una anciana que lleva en silla de ruedas algunos años y que tiene dificultades para relacionarse con su entorno debido a un ictus, pero que guarda toda su afectividad intacta. Ha estado al borde de la muerte en varias ocasiones. Es atendida por su familia y de manera más directa por su marido también de edad avanzada, que le prodiga todo tipo de cuidados y afectos: él vive exclusivamente para ella.

Produce emoción ver cómo se quieren. Y todo como si fuera una situación habitual en todas las familias. Sus vidas tienen el sentido del dolor, pero la felicidad no les falta porque comprenden el valor del los cuerpos rotos. Han experimentado que el amor en esta tierra cursa siempre con dolor. Lo que les hace felices no es el dolor sino el amor que transcurre por ese camino dolorido.

Hace unos días tomó a su esposa y la montó en un vehículo preparado para llevarla al Parque de Atracciones de su ciudad: allí estaba el resto de su familia disfrutando de un día de vacaciones. Era una locura llevar a un sitio así a una persona tan delicada, sobre todo porque iba a ser una sorpresa para el resto de la familia, pero pensó que a su esposa le gustaría ver disfrutar a sus nietos en las atracciones.
Una "imprudencia" semejante solo se puede explicar desde el amor. Asumir ese riesgo implica tener una capacidad de afecto tumultuosa.

Hoy se celebra la fiesta de la Virgen del Carmen, patrona de marineros, personas acostumbradas a bregar en medio de las tormentas. En las borrascas de la vida de toda persona la fe consigue que, aun asustados por las olas que saltan por encima de la barca, nos aferremos a los remos con la fuerza del amor: ese amor que proviene de la fortaleza de saberse hijos de tan buena Madre y que saben buscar su protección en medio de la tormenta.

¡Cuánto podemos aprender de esas personas que cada día estrenan su amor por los demás!

Vero.

domingo, 15 de junio de 2014

La Trinidad y María

Representación pictórica de Murillo.
Dios, en su inmensa bondad no solo nos envía a su único Hijo Jesucristo, sino que Padre e Hijo nos envían al Espíritu Santo, el don de Dios.

Esto ya era suficiente, pero nos ama tanto que quiere reforzar la proximidad de su presencia y entonces toma relación con una criatura de sus manos de una manera excepcional, con María.

¿Qué cómo se relaciona con ella? Pues a su modo, como es Él y como es ella: la Trinidad y la Criatura.
Por eso María es hija de Dios Padre, madre de Dios Hijo y esposa de Dios Espíritu Santo.

Y tú, como yo, eres familia de María, por eso tenemos en ella a una gran valedora. Pero sobre todo, tenemos a una madre.
Para esta solemnidad de la Santísima Trinidad, ya te he dado un motivo de alegría además de un buen tema de oración.

¡Cómo no vamos a tener en alta estima esa breve oración que podemos repetir con frecuencia!:
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Vero.

jueves, 12 de junio de 2014

Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote

Imagina por un momento que un día cualquiera acudes a una iglesia para asistir a la celebración de la santa Misa.

Imagina por un momento que llegada la hora el sacerdote, revestido con las vestiduras sacerdotales, abandona la sacristía para dirigirse con recogimiento hacia el presbiterio y, una vez llegado allí,  besa piadosamente el altar, como abrazándolo.

Imagina por un momento que comienza el Sacrificio Eucarístico y que lo sigues con atención y piedad. Al finalizar la Misa, el sacerdote imparte la bendición divina y despide al pueblo fiel.

Imagina por un momento que en la procesión de salida, de nuevo hacia la sacristía,  el sacerdote detiene un momento sus ojos en ti y descubres que quien se escondía bajo las vestiduras sacerdotales es Jesús, aunque tú no lo habías descubierto hasta ese momento.

Ahora, imagina por un momento que esta fantasía no es fantasía, sino que ocurre de verdad.
¡Bienvenido a la realidad!

Jesucristo,  Sumo y Eterno Sacerdote, toma posesión mediante el Orden Sagrado del sacerdote, que le presta sus manos, su voz,... y renueva incruentamente su sacrificio en la Cruz: Él que es a la vez Sacerdote, Víctima y Altar.

Imagina por un momento que la siguiente vez que asistes a Misa eres consciente de esta sagrada realidad sobrenatural y que tu "ir a Misa" se convierte en un "vivir el Calvario".

Imagina por un momento... ¿Sólo por un momento?

Vero.

domingo, 1 de junio de 2014

La Ascensión del Señor a los cielos

La Ascensión del Señor siempre me produjo un regusto de tristeza. Los hombres tendemos a pretender la cercanía de aquellos a quienes queremos, por eso se nos puede hacer difícil asimilar que Jesús se vaya.

Alguna de las razones de esta ausencia, que no abandono, nos las da el mismo Jesús: nos conviene que Él se vaya para que nos envíe el Paráclito.

Pero, hay más. Sus últimas palabras son un último mandato a aquellos discípulos, a todos nosotros: deben ir por el mundo entero predicando el evangelio a todas las naciones.
Jesús se aleja físicamente de sus discípulos, pero se queda en cada uno de ellos. Precisamente, aquellos discípulos, mayoritariamente ignorantes, serán los encargados de llevar a Jesús a todas las naciones, se convierten en cristóforos, portadores de Cristo.

Jesús no solo no los ha abandonado, sino que permanece con ellos y se convierten en vehículo de transmisión de su Palabra, de modo semejante a como Cristo, el Verbo divino, es la Palabra del Padre, la imagen divina de lo que el Padre quería comunicarnos.

Por eso, esa ignorante tristeza del día de la Ascensión carece de fundamento y la piedad popular convierte la Ascensión en el cuarto misterio de gozo del rosario.

Vero.