domingo, 4 de mayo de 2014

Camino de Emaús

Jesús acompaña en el camino a dos discípulos de Emaús.
Cuenta San Juan en el capítulo 24 de su evangelio que Jesús, una vez resucitado, de incógnito, se hizo el encontradizo con dos discípulos que abandonaban Jerusalén rumbo a la aldea de Emaús próxima a la ciudad santa.

Caminaban decepcionados y abatidos por los acontecimientos vividos en ella durante los días anteriores y que habían finalizado con la muerte ignominiosa de Jesús en la Cruz. Al fin y al cabo, la Cruz no dejaba de ser un patíbulo.

Jesús se interesó por la conversación que llevaban y al manifestar estos su desilusión y el motivo de su tristeza, Jesús les explicó cuanto en la Ley y los Profetas se anunciaba sobre Él.

Sigue San Juan con el relato:
"Se acercaron a la aldea a donde iban, y Él dio muestras de ir más lejos. Pero lo detuvieron por fuerza, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde y ya declina el día. Y entró con ellos. Estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo y habiéndolo partido se lo dio. Y se abrieron sus ojos y lo conocieron. Él entonces desapareció de su vista.
Y dijeron uno a otro: ¿Por ventura no ardía nuestro corazón dentro de nosotros, cuando en el camino nos hablaba y nos explicaba las Escrituras?"
Dejemos ahora trotar el corazón:

  • Primero. Jesús sale al encuentro y se interesa por sus tristezas.
  • Segundo. Jesús les ilumina con su Palabra, la Sagrada Escritura para abrirles los ojos de la fe.
  • Tercero. Una vez nutridos con su Palabra, los discípulos ya no pueden prescindir de ella y le piden a Jesús que se quede con ellos.
  • Cuarto. Ahora Jesús bendice y parte con ellos el pan. Los discípulos reconocen a Jesús justo con la fracción del pan.
  • Quinto. Una vez alimentados con el pan y la palabra ya no es necesaria la presencia física de Jesús. Ahora aquellos dos personajes de Emaús son verdaderos discípulos; Jesús les ha convertido en parte de Él.

En la Misa, también se celebran estas dos liturgias: la de la Palabra y la Eucarística.
Piensa: ¿reconoces a Cristo en las lecturas sagradas y en la comunión?

Vero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario