viernes, 12 de septiembre de 2014

Las excusas (Jeremías 1,4 - 2)

Sigue el texto de la vocación de Jeremías así:
7 El Señor me dijo: "No digas: ‘Soy demasiado joven’, porque tú irás adonde yo te envíe y dirás todo lo que yo te ordene.8 No temas delante de ellos, porque yo estoy contigo para librarte –oráculo del Señor–".
(Y proseguirá después...)9 El Señor extendió su mano, tocó mi boca y me dijo: "Yo pongo mis palabras en tu boca.10 Yo te establezco en este día sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y derribar, para perder y demoler, para edificar y plantar".
Las excusas que le ponemos al Señor cuando requiere algo de nosotros carecen de fundamento porque Él sabe qué pide y a quién lo pide. Nuestra misión será su misión, y nuestras palabras, sus palabras.

El miedo es muy humano, pero ayudados por la gracia no debemos dejarnos acobardar por él, porque Dios está con nosotros para librarnos de todo peligro.

No lo olvides: esto es oráculo del Señor, es decir, Palabra de Dios, que se cumple inexorablemente.

Vero.

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