Se me hace evidente que Jesús tiene cierta debilidad por el pan. Es un elemento característico de muchas culturas y en especial de aquella en la que él vivió aquí en la Tierra. Al contacto con el pan, Jesús siempre hace algo.

Cuando toma el pan en la Última Cena, Jesús lo consagra: convierte ese pan en su propio Cuerpo, y el vino en su propia Sangre. Después, su cuerpo es distribuido a los apóstoles y reciben el mandato de repetir ese sacrificio en memoria suya.
Pero siempre, siempre, al contacto con el pan, Jesús lo reparte. se convierte en un signo de caridad, la entrega de un bien o de sí mismo.
Por tu vocación cristiana: tú también eres pan. Pero, a ejemplo de Jesús, ¿te entregas?
Vero.
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