El aleluya del viernes de la 6ª semana de Pascua canta un versículo del evangelio de San Juan que dice:
"Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre los muertos, para entrar en su gloria" (Lc 24, 26).
Si nosotros somos discípulos de Cristo y seguimos sus huellas ¿nos vamos a asombrar de que debamos padecer para luego resucitar y finalmente entrar en su gloria?
No lo tomes como un narcótico, que no debe serlo, pero es una buena costumbre cristiana pensar en el cielo cuando aprieta la tierra.
No obstante, pon todos los medios a tu alcance para desabrir el zapato cuando te roce.
Vero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario