domingo, 18 de mayo de 2014

Serenidad: de la paja a la viga

Segundo peldaño para alcanzar la serenidad (según San Juan XXIII):
"Sólo por hoy pondré el máximo cuidado de mi aspecto: cortés en mis modales, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, salvo a mí mismo".
Pone San Lucas en boca de Jesús estas palabras:
“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Lc 6, 41-42).
Ocúpate de mejorarte a ti mismo y luego podrás mejorar la vida de los demás o ¿acaso puedes dar lo que no tienes?

Propósito: Cuando vea un defecto en otra persona no solo no la juzgaré sino que examinaré si yo mismo pudiera tenerlo también, que será lo más probable.

Vero.

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