Séptimo día de la octava del Corpus Christi:
Hace unos días nos preguntábamos cómo era el cuerpo del Señor y lo percibíamos como ENTREGADO.
De modo semejante, la sangre del Señor era DERRAMADA.
¿Cómo sería la mirada que María depositaría en Jesús desde su Nacimiento en Belén hasta la Cruz de Jerusalén? Durante el camino hacia el Gólgota, Jesús se encuentra con su Madre y se mirarían uno a otro, encontrándose no solo las miradas sino también los sentimientos y el dolor.
Entonces, ¿cómo serán los ojos de María?
Lo sabemos. Los ojos de María son MISERICORDIOSOS.
En absoluto te compensa esconderte de la mirada de tu Madre.
Vero.
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