Infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.Pide los dones. Son dones, deben ser pedidos. No se comercia con ellos, son gratuitos, pero no se consiguen por azar, deben ser concedidos. Para ello, insiste en tu oración.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Vero.
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