"Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto (Mt 5, 47-48)".Siempre me pareció un objetivo inasequible. Es como tratar de igualar la divinidad con la criatura, lo que no tiene medida.
¿Entonces? Nosotros no podemos, se nos hace inalcanzable, pero Dios sí puede, a través de la gracia que nos concede.
Sí, es verdad, que exige nuestra colaboración, sin ella la gracia divina se torna ineficaz porque el Padre ha querido que sus hijos sean libres, pero la capacidad de tender a la perfección está ahí.
Parecerse al Padre es condición natural de buen hijo.
Vero.
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