miércoles, 9 de julio de 2014

Derecho y justicia

Continúa el salmo 105:
"Dichosos los que respetan el derecho y practican siempre la justicia. Acuérdate de mí por amor a tu pueblo".
El derecho y la justicia son prendas de respeto a los demás: en ellos se manifiesta que percibimos el reflejo divino en cada uno de nuestros semejantes, porque hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios.

El hábito de la justicia produce felicidad, una gran dicha; pero somos conscientes de que esta felicidad es compatible con las lágrimas. Con frecuencia esas lágrimas vienen de otros ojos, o de las miserias propias o también de las ajenas: una nueva oportunidad para la misericordia.

Si luchas por ser justo te acercarás con agradecimiento a Dios para rogarle que se acuerde de ti. Y si no has sido justo, no solo puedes pedir a Dios que no se olvide sino que te ayude a ser justo y a reparar tus propias faltas.

Vero.


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