"Voy a escuchar lo que dice el Señor: Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos y a los que se convierten de corazón".La paz: ¿Qué es la paz? Dice este salmo que la paz es algo anunciado, un don. Pero lo anunciado se recibe como algo escuchado y esto exige una actitud atenta.
No basta con oír, hay que escuchar. Por eso la paz no llega a todos los oídos: el anuncio de la paz es percibido por el pueblo de Dios, por sus amigos y por los que -enemistados con él- se convierten de corazón.
¿Quién tendrá la dicha de obtener de Dios la conversión del corazón? Quizá el principio del camino de esa conversión sea empezar a caminar por senderos de atenta escucha.
Tienes que convencerte de que necesitas, todos los días, unos minutos de elocuente silencio.
Vero.
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