jueves, 3 de julio de 2014

La bondad de Dios

Sigue el salmo 102 con las siguientes palabras:
"No nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas. Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles".
En Dios, la palabra justicia se escribe con la grafía de la palabra misericordia. Ninguna justicia quedará saqueada pero el pecador tiene un atractivo irresistible para la misericordia divina: basta con acercarse a ella.

Por eso no nos trata como merecen nuestros pecados, ¿o es que tú no tienes pecados?, ni nos paga según nuestras culpas, ¿o tú no eres acreedor de culpas? Pues si tienes pecados y tienes culpas, también "tienes derecho" a la Misericordia, por eso acércate con confianza al tribunal del perdón.

Quizá no comprendas bien cómo se articulan justicia y misericordia, como tampoco seas consciente cada día del amanecer, sencillamente cuentas con él porque lo has visto así siempre. Así actúa la bondad de Dios: "Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles".

Ahora te he dado un motivo diario para que te acuerdes de la bondad de Dios cuando cada día, al asomarte a la ventana, veas los primeros rayos de luz, porque el firmamento te anuncia diariamente la obra de sus manos.

Vero.

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